
En los últimos
años mientras algunos líderes políticos adelantan gestiones en favor de la
universidad tales como Hernando Deluque Freyle que estableció durante su administración
departamental la gratuidad en la educación.
En el caso de
su hijo; el ilustre representante a la Cámara, Alfredo Deluque Zuleta, quien
durante todo este tiempo ha impulsando ante el Congreso de la República diferente
proyectos, como son: la aprobación de la ley que permite el cobro de la
estampilla Prodesarrollo fronterizo, la gestión de los recursos que este
semestre se giraron a través del Fondeg a Uniguajira; el proyecto de ley de nacionalización de la universidad que
actualmente cursa en el Congreso.
A diferencia
de otros que han convertido a la academia en un fortín de chantaje y manipulación,
mediante paros o bloqueos con el fin de hacer creer que la Universidad de La
Guajira es la pobre viejecita de los cuentos infantiles y lo que es peor, esto
es siempre a vísperas de nuevas elecciones.
Lo que demuestra a la comunidad de La Guajira que el
plantel académico se convirtió en una nueva fuerza política que se da el lujo
de apoyar mandatarios para después de haberlos elegidos someterlos a un régimen
de terror con los cierres de la Troncal del Caribe, tanto en Riohacha, como en
Maicao, y qué decir de la carretera nacional en Fonseca y en Villanueva; utilizando
a los jóvenes presuntamente bajo las negociaciones de algún beneficio por ser
objeto de enfrentamiento contra las autoridades y con la Policía, mediante
actos vandálicos, alternativa esta de
izquierda política y no de académicos que buscan una salida negociada al
conflicto.
Hoy al igual que
Hernando Deluque, su hijo Alfredo y otros, nosotros también
somos Uniguajira y la apoyaremos incansablemente en la construcción de la
academia y no de la politiquería desenfrenada que quieren aplicar por
intermedio del estudiantado.
por: Álvaro Romero
Hurtado