
Hay acciones y sentires
que no se aprenden en los libros sino que la persona lo lleva dentro, esto es
lo que le sucede con Abudi Dasuki, que ante la adversidad se crece. Su humildad
lo hace grande siempre con una sonrisa y amabilidad incansable.
Querido por unos e
incomodo para otros. No le tiembla la voz para decir bien claro las
insuficiencias que sufre el hospital en Riohacha y defensor de las injusticias
sociales y sobre todo de los niños wayuu. Está Dasuki en contra de la
corrupción que es lo que ha llevado a la salud al estado en que se
encuentra.
Cuando tiene la
oportunidad de alzar su voz y cantar las verdades lo hace, no importa el cargo
que tengan, gobernador, alcalde o ministro, porque para él lo principal es que
pueda atender a los niños con unas mínimas garantías.
La escasez de insumos y la mala
organización hacen de estas personas héroes de la salud. En la visita
a La Guajira, la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar,
Cristina Plazas, propuso la creación de un centro de recuperación
integral.
Todos debemos trabajar
unidos para lograr este propósito como
es la desnutrición de los menores, que es una culpa compartida
por alcaldes, gobernadores y padres de familia. Asegura Abudi Dasuki que es
necesario invertir en las comunidades y no ser asistencialistas.
Esto trae como
consecuencia las muertes de tantos menores wayuu por desnutrición y
enfermedades derivadas de esta. También tiene que hacer frente a las costumbres
indígenas que a veces dificultan la atención adecuada en el momento idóneo para
controlar la desnutrición y la pronta recuperación.
Es un guajiro con sentido
de pertenecía. Algo que me impresionó mucho fue una foto donde está revisando a
una bebe que fue encontrada a las pocas horas de nacida, él estaba de guardia.
Es increíble el amor que reflejan sus ojos y la ternura con que trata al bebe.
Dasuki es un ser humano
con muchas cualidades. Ahora está inmerso en la maratón para construir el
centro de recuperación integral, todas las donaciones sirven para descontar a
la hora de hacer la declaración de la renta, seamos todos un poco participes de
esta gran obra. Recordemos que una playa está hecha de miles de granitos de
arena.
por: Mari Carmen Moreno
Ciudadana española