
En efecto, el reiterado incumplimiento por parte del
Gobierno Departamental en cabeza del gobernador designado por el presidente de
la republiquita de Colombia de apellido Vélez, al no girar los recursos a la
Universidad de La Guajira por Ley 30 de 1992, Ordenanza 214 de 2007 y los
recursos por indexación como consecuencia de un fallo judicial, los cuales
suman (57.878’533.090), tiene sumida en una profunda crisis financiera al
proyecto social más importante del departamento, o sea, nuestra Alma Mater.
Frente a tal situación, los estamentos universitarios (estudiantes,
docentes, administrativos, egresados), tomamos la decisión de suspender todo
tipo de actividad al interior de la Universidad y decretar un paro indefinido
para llamar la atención y visibilizar la problemática al glorioso pueblo
guajiro.
Colombia y el mundo que conozcan de primera mano que el
gobierno de turno habla de paz con los alzados en armas, mientras que en La
Guajira, frente a las reivindicaciones de nuestros jóvenes estudiantes lo que
hace es arremeter con el cuerpo armado Esmad de manera aleve, brutal y cobarde
como ocurrió en días pasado en Maicao, Villanueva, Fonseca y en Riohacha, el
día miércoles 5 de octubre, violentando y profanando brutalmente las
instalaciones de la Universidad, centro por excelencia de conocimiento y de
paz.
Así, presidente y gobernador que, por respeto al pueblo
guajiro, no le diré señor, no se los merecen. Jamás se construye paz. Aun
cuando se ponga de acuerdo con el expresidente. La paz se hace con equidad y
educación, slogan de su gobierno. Pero que, en La Guajira no aplica.
Hoy, los guajiros que sufrimos en carne propia el despojo
por parte de su gobierno de las regalías que por mandato constitucional nos
corresponde, pero por una maniobra amangualada y perversa con el congreso, el
despojo por un fallo judicial xpress con más tinte político que jurídico de una
gobernadora elegida por el pueblo con una votación abrumadora y un gobernador
designado arrogante, prepotente que desconoce el decoro y la ética pública,
quien desde el primer día de su posesión calificó al pueblo de bandido, cuando
sabemos y somos conscientes que si los hay, son los menos, porque la gran
mayoría somos gente trabajadoras, honestas y preocupadas por dar a nuestros
hijos una educación superior para que sean alguien de bien y útil a la
sociedad, derecho este que niegan con su política económica neoliberal, que en
Colombia se encuentra en su máximo nivel, en desuso en el resto del mundo
porque lo único obtenido desde su implementación por el imperio es pasar a
millones de personas de pobre a miserable. Hoy, los ricos son más ricos y los pobres pasaron a miserables.
Entonces, pregunto presidente: Cuál paz? Usted puede
firmar todos los acuerdos con los insurgentes y demás grupos alzados en armas,
pero jamás en Colombia habrá paz, cuando a 16 mil jóvenes que prefirieron un libro
que balas, los obligan a lanzarse a las fauces de los grandes flagelos que
azotan a la sociedad. No los menciono porque ustedes lo saben.
Su gobernador, que no representa al pueblo guajiro,
calificado por una integrante de la etnia wayuu en el aeropuerto Almirante
Padilla de Riohacha de culebrero y por un prestigioso abogado y expersonero de esta
ciudad de inservible, desde su llegada al palacio de La Marina lo único que
dice es no tengo plata, tampoco ha hecho gestión para conseguirla.
Osea, como llegó
se va, con más penas y sin gloria. Sin aportar a ningunos de los gravísimos
problemas por lo que atraviesa el pueblo guajiro, en particular la muerte
frecuente de niños de la etnia wayuu.
presidente, paradójicamente, mientras su gobernador expresa
que los recursos económicos están destinados prioritariamente para atender esa
población.
Hoy, mueren más niños en La Guajira por física hambre. No
conforme, atenta con el único patrimonio de los guajiros frutos de las regalías,
raponadas por el gobierno nacional.
Presidente, por favor, apersónese o envíe al ministro de
Educación y Hacienda a La Guajira, con soluciones. Las coyunturales, asignar los dineros
necesarios para culminar el presente años académicos. Los estructurales, la
nacionalización de Uniguajira.
Presidente, si bien es cierto que los guajiros votamos
mayoritariamente por el sí, se debe a que somos gente de paz, pero su gobernador
culebrero e inservible, arrastra con su actitud arrogante grosera y
displicentes a más de 16 mil jóvenes a las fauces, de lo que sabemos.
por: Ignacio Escudero
Fuentes
docente Uniguajira