Una nueva problemática enfrenta la administración
distrital, que no fue solucionada a tiempo en el gobierno anterior y hoy
repercute en una emergencia por arriesgarse la salubridad de los habitantes hasta
encontrarse al borde de cerrar el matadero.
El ultimátum del Instituto Nacional de
Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, es claro y entrega unos plazos
de obligatorio cumplimiento.
Fabio Velásquez. |
Sobre el tema el alcalde de Riohacha,
Fabio Velásquez Rivadeneira expresó “estamos haciendo unas inversiones que nos
permita a nosotros tener al menos una adecuación mínima en la planta de
beneficio de Riohacha, porque hoy hay unas condiciones por parte del Invima,
que son exigencias que nosotros seguramente vamos a poder atender”.
El panorama es esperanzador para la
administración distrital porque para solucionar el problema se ha tocado algunas
puertas y las respuestas son positivas.
Opinó el mandatario que “tenemos el
concurso y el apoyo de empresarios que han dicho que quieren invertir en una
nueva planta de sacrificio para la ciudad, y hoy aceptamos el reto porque no
tiene Riohacha la capacidad para un proyecto que demanda tanto recurso”.
Con unos ajustes locativos, como en la
unidad de procesamiento, el Distrito podría superar las dificultades
existentes, que hoy son materia de requerimiento por parte del Invima.