A sus escasos doce
años, este pequeño ser humano logró escaparse ventajosamente de la muerte, después
de ser atacado por un poderoso reptil, cuando de las aguas salió el despiadado depredador
causándole varias heridas.
Indican los
testigos que el menor fue a bañarse al canal Robles en la finca Caimital, donde
reside con su familia, siendo sorprendido por una inmensa babilla.
La Matua como
le dicen en estos pueblos, logró causarle daños a la altura de la cabeza, en la
región temporal derecha y en una de sus frágiles manos al tratar de huir del
peligros animal.
Hoy Leonardo
Roquemet Vargas, se recupera en la sala de pediatría del hospital Nuestra
Señora de los Remedios, bajo la atención del pediatra Abudi Dasuki Dasuki enfermeras del lugar.
Se estableció
que este infante cursa el quinto grado en el Centro Educativo del Caribe, sede
Tigreras y el incidente ocurrió en la tarde del lunes.