Desde hace unos 17
años que vengo dándome cuenta del funcionamiento de los distintos sectores del sistema
de salud colombiano implementado por la ley 100 de 1993, me he dado cuenta que
los diferentes ministros y viceministros que han pasado por esa cartera nos
tratan a los médicos como piedras en el zapato para el "buen
funcionamiento del sistema".
Con respecto a las sociedades
científicas, dicen que son élites privilegiadas de clubes de niños bonitos.
Cierto día que fuimos a hablar sobre el piso tarifario, hace unos ocho años, se
me ocurrió decir que hablábamos en nombre de la sociedad civil, y me dijeron qué
era eso, que eso no existía, que solo existía el gobierno y los gobernados.
Hace poco el gobernador
designado de La Guajira, el antropólogo y académico, Weildler Guerra Cúrvelo,
presentó a este ministro un excelente plan de salud para los indígenas wayuu y
dijo que estaba muy bueno, pero que su implementación dependía de la buena fe
de las EPS que operaban en el territorio guajiro.
Ahora están
preparando decretos y resoluciones para que extranjeros puedan ejercer aquí sin
año rural, y como todos lo sabemos permiten de manera impune y campante la
ilegalidad de la cruenta tercerización.
Y por último, el
Colegio Médico Colombiano (lo único que hemos podido arrancarle en estos 17
años) tuvo que parar su gira nacional tratando de organizar la unidad gremial
alrededor del sindicalismo médico, porque el Ministerio emitió una resolución
reclamando para ellos los fondos excedentes de la operación de la tarjeta
profesional, con que se financiaba esa actividad gremial. Es claro pues, que no
nos quieren ver organizados, que los amos del sistema, con el suficiente poder
político y económico para dominarnos, son las EPS.
escribió:
Stevenson Marulanda Plata