Frases como
formación integral, inclusión, procesos y talentos, pasaron a ser enunciados de
cajón en retóricas para educación y deporte, serán letras muertas en la
conformación de propuestas oficinescas de estos sectores en La Guajira, por no
desarrollar los Juegos Supérate intercolegiados 2017.
Con mucho esfuerzo
y limitantes, se hace deporte dentro de las instituciones educativas, cada vez
son menos las oportunidades para desarrollar procesos integrales de formación
al interior de las escuelas oficiales. En donde se encontrará nuevamente la
integración, el trabajo en equipo, la fraternidad y disciplina que representa
los intramurales, juegos intercolegiados municipales y departamentales, si
muchos de los planteles en el departamento no lo viven, ni que decir de las
fases regionales y nacionales, donde el destello de nuestros talentos cercena
sus oportunidades de progresar por no ser descubiertos.
Diversos son los
factores para este revés, entre otros, la carencia de docentes en educación
física, también el no tomar esta área transversal desde la educación inicial
hasta la educación media, adicionalmente los pocos sitios para desarrollar
actividades y su mantención a las existentes, la falta de elementos para
práctica.
La no compensación
ni estimulo de jornadas laborales extras al docente, se suma además, la
indiferencia por parte de los directivos que desestiman la importancia del
deporte como factor integral de formación a los estudiantes, y cuando todo esto
de alguna manera extraordinaria se logra sortear, no se avanza por el crimen
impune de los dirigentes, ¡y si es crimen!, ¡y si es impune!, porque en un lado
se asesinan ilusiones, esperanzas, sueños, tiempo y el corazón de niños,
jóvenes y maestros, mientras por otro es impune puesto que todos consentimos la
omisión, la negligencia y la arenga que alude responsabilidad ante tan
significativo suceso, haciéndonos de algún modo cómplices.
Nunca ha sido
fácil, pero cierto es que aun en las dificultades jamás se dejó de participar,
quedó para la historia este suceso, se escribirá que bajo la gobernación de
Weildler Guerra Cúrvelo, y en la dirección de Adriela González Mendoza, se tuvo
este traspié, que tiene para el sector educativo y deportivo dimensiones de
infamia, hasta el punto de dejar en la comunidad la inquietud que puedan estos
hechos convertirse en costumbre para las administraciones, que se limitan ante
la eventualidad a un discurso con superficiales explicaciones.
escribió:
Charles Aguilar Medina