Con su cuerpo gelatinoso y sus prolongados tentáculos
cargados con células urticantes, la popular aguamala aterra siempre a los
bañistas en las aguas del mar Caribe, como sucede en las playas de Riohacha.
Este es un animal marino perteneciente a las medusas, que
inyecta su veneno en la piel humana, causando un fuerte ardor, llevando después
a fiebre y enrojecimiento en el área afectada.
Los médicos recomiendan primero retirar cualquier resto
del aguamala que haya quedado pegado a la piel y quien lo haga no debe tener la
mano descubierta porque aún muerto expulsa veneno.
También dicen los profesionales de la salud que no es
recomendable orinar en la herida, como recomiendan muchas ves, porque puede
causar empeoramiento a los malestares de la persona, al desconocerse la clase
de medusa que hizo el ataque.