Concluyó por parte del gobierno municipal y de funcionarios del Ministerio del
Interior con el acompañamiento del operador Aguas de la Península, la primera
etapa de apertura del proceso de
consulta previa con 17 comunidades indígenas de la etnia wayuu que
tienen posesión de tierras entre el municipio y el corregimiento Paraguachón,
donde se construye actualmente el nuevo sistema de tratamiento de aguas
residuales de Maicao.
“Lo más importante
es que estamos siendo respetuosos de la autonomía del pueblo wayuu, y es con
base a eso que se va a desarrollar un proyecto de construcción del emisario
final que va a llevar las aguas a un destino diferente a la laguna de oxidación,
y por eso estamos hoy en la consulta previa con los indígenas de la zona de
influencia de la obra, para que ellos sean escuchados y expongan sus putos de
vista”, dijo el alcalde encargado Elkin De Armas.
Además aseguró que
esto es parte de la transparencia de este proceso “quisimos que ellos se
manifestaran y expusieran sus opiniones, para así nosotros proceder con el
operador a brindarles todas las garantías y compensaciones que son de ley en
estos casos”, dijo el funcionario.
Lo que se construirá
en la zona, será la tubería de descarga de la laguna hasta el arroyo Paraguachón.
“Lo ideal es que la comunidad exponga sus necesidades, inquietudes e
inconformismos y generen las posibilidades de compensaciones que apoyadas con
el municipio podamos cumplir” asevero de otro lado el gerente de Aguas de la
Península, Hernando Muñoz.
Quien también dijo
que la empresa por el momento está en capacidad de cumplir con un proyecto para
llevarles agua potable a las comunidades con una tubería directa desde Maicao
hasta Paraguachón, y desde aquí distribuirla hasta las diferentes rancherías.
Para el asesor de
las comunidades rurales, el ex
representante a la cámara Jhon Jairo Iguaràn, los beneficios para estas
comunidades son múltiples. “El hecho mismo de que las comunidades puedan contar
con ese servicio de agua potable en sus casas como cualquier maicaero, eso es
un beneficio enorme para ellos”, dijo.
Las comunidades
propusieron así mismo que hay que hacer un aprovechamiento de esas aguas que
llegan al emisario final, en la parte agropecuaria, con el propósito de que por
lo menos el 80% de las aguas tratadas sean reutilizadas y solo un 20% llegue al
arroyo, pero que siempre y cuando ellos no sean excluidos, ya que si bien la
empresa proporciona el agua, ellos tienen las tierras.
“Aquí se necesitan
las dos cosas para este proyecto y los wayuu están visionando el mayor impacto
positivo en la zona con éstas obras, con las cuales puedan beneficiarse no solo
las actuales generaciones sino las venideras”, manifestó Iguaràn.
“Con esto no
estamos haciendo otra cosa que respetando los usos y costumbres de la querida
comunidad indígena, y llegando a algunos acuerdos sobre las compensaciones que
tenemos nosotros como estado, como municipio que es entregarles a ellos por esta obra que vamos a
ejecutar”, dijo de otro lado el director de la oficina de Planeación Municipal
Nelson Llanos.
Con la puesta en
marcha de la nueva laguna de oxidación, se da por liquidado un inconveniente de
varias décadas de la población cercana a la laguna actual, donde los habitantes
de dicho sector deben soportar malos olores y las incomodidades propias de
tener cerca a sus residencias una infraestructura como esta que tantos dolores
de cabeza le ha traído a los habitantes de la zona durante los años que tiene
la población.
El funcionamiento
del nuevo sistema de tratamiento cuenta con el visto bueno de la Corporación
Autónoma Regional de La Guajira y desde luego la futura aprobación de las
comunidades indígenas con las cuales se seguirán agotando las etapas de manejo
de impactos ambientales y sociales y protocolización de acuerdos exigidas por
la ley, lo que no se hizo a comienzos de la construcción de la obra, lo que ha
atrasado la puesta en marcha de la misma.
En este momento,
faltan solo 250 metros de tubería para terminar la obra, según fuentes de la
empresa Aguas de la Península.
Por: Alcides Alfaro Guerra