Los devotos que
vinieron por votos a La Guajira, tienen una deuda histórica que saldar con este
pueblo que cada día se hunde en la miseria, desesperanza y el olvido de las
esferas nacionales del gobierno. Además, del estigma y la señalización a que
hemos sido sometidos por la indelicadeza al parecer –no está probado- de
algunos servidores públicos en el manejo de los recursos que son de todas y
todos los guajiros. Situación ésta que, no es diferente al comportamiento de
los mandatarios a lo largo y ancho del territorio nacional.
Es cierto que,
desde que se implementó en la Constitución de 1991, la circunscripción nacional
para la elección del Senado de la República, cuya finalidad fue, facilitar el
acceso de nuevas fuerzas políticas y/o de minorías políticas al Congreso,
disminuir o acabar con las prácticas electorales clientelistas llevadas a cabo
por los grandes “barones electorales” y la creación de un espacio de
representación de los intereses nacionales a través de políticos de perfil nacional.
La realidad, para departamentos como La Guajira, es que fue peor el remedio que
la enfermedad.
Lo que ocurrió, fue
la avalancha de candidatos que vinieron con “tulas” y torcieron la voluntad
ciudadanas que al final entregaron el voto por un plato de lentejas, cercenando
con ello la posibilidad de contar con un senador y cuyo reflejo es irrebatible
por el trato indigno y grosero que estamos recibiendo de las altas esferas de
poder nacional.
Discrepo, respeto
pero no comparto a quienes piensan que lo más conviene es pasar factura de
cobro a quienes elegimos los guajiros. Sobretodo que en la actualidad grandes
decisiones como la nacionalización de la Universidad de La Guajira, reforma al
Sistema General de Regalías, estampilla Pro-Universidad de La Guajira, entre
otros, están para debate en esa corporación y sanción presidencial.
Pienso todo lo
contrario, debemos solicitar respetuosamente, pero con determinación a los
congresistas -como supieron hacer nuestros representantes a la Cámara- que en
estos y otros casos de trascendental importancia tramitan en el poder central
que benefician a nuestros conciudadanos para que se coloquen la numero 10, no
de la tricolor, sino de la bandera verde y blanco, en defensa de los intereses
del Departamento.
Quienes son los senadores
que están en deuda con los guajiros, entre otros, Bernardo Elías, José Alfredo
Gnecco, Antonio Guerra De la Espriella, Álvaro Uribe Vélez, Armando Benedetti,
Roberto Gerleín, Horacio Serpa, Arturo Char, Efraín Cepeda, Musa Besaile, Jorge
Gechen, Daira Galvis, José Name, William Chamorro, Hernán Andrade, Bernabé
Celis, Eduardo Pulgarín y Lidio García Turbay. Los estamos observando y
esperando.
El debate electoral
es como el hambre, “va y viene” al igual que la celebración de nuestra fiesta
patronal del 2 de febrero cuando los guajiros con sus mejores galas celebramos
las fiestas religiosas de la virgen de los Remedios o Vieja Mello” como
cariñosamente la llamamos. Pero, los grandes políticos del país, con presidente
y expresidentes abordo vienen a pedir a nuestra patrona su unción para obtener
votos.
Y, los guajiros, es
el escenario idóneo para solicitar rendición de cuentas de gestiones y
ejecutorias a cada uno de ellos que beneficien el colectivo peninsular. Es
nuestra oportunidad, no tenemos de otra.
Cuando rasgueaba el
artículo, escuche por la radio la visita próxima del presidente de la Republica
de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, escenario propicio para que
escuchemos al mandatario los avances de la política pública de su gobierno en
beneficio del Departamento. Ojalá, con soluciones, que se permita el análisis,
la discusión y el disenso frente a la cruda realidad que vivimos donde las
obras públicas brillan por su ausencia y la recepción económica está en el pico
más alto de la historia político–administrativa de la península.
Bienvenido a La
Guajira presidente, ojalá usted y los senadores en esta oportunidad sea
portadores de buenas noticias: ahora, más que nunca… rechazamos la estigmatización,
la exclusión y el abandono oficial.
escribió:
Ignacio Escudero Fuentes