La estrategia
adoptada por el Gobierno Nacional para solucionar la crisis de morbimortalidad
infantil en La Guajira fue la de ocultar la información, para el ejemplo está
el Instituto Nacional de Salud, INS quien hasta febrero de este año venia
publicando las cifras a través de sus reportes de vigilancia rutinaria, en la
cual llevaban las estadísticas de 43 patologías diferentes, entre ellas, tres
variables muy importantes como bajo peso al nacer, desnutrición aguda en
menores de cinco años y mortalidad por desnutrición, discriminados tanto a
nivel municipal y nacional y por semana de ocurrencia.
A partir de marzo,
el INS congeló los reportes y dejó de publicarlo durante un período de cinco
meses, volviendo a publicar el reporte a finales de agosto, pero esta vez
limitándolo a solo 28 patologías, pero excluyendo intencionalmente las de bajo
peso al nacer, desnutrición aguda en menores de cinco años y mortalidad por
desnutrición.
En un derecho de
petición en la cual pregunté: Porqué habían dejado de reportar las cifras? la explicación fue que la comunidad
interpretaba mal las cifras, como si una cifra fuera objeto posible de mala
interpretación, uno es uno o cien es cien.
La desnutrición
tiene varias etapas, bajo peso al nacer, luego pasa a desnutrición crónica,
luego a desnutrición aguda, para luego llegar a desnutrición aguda severa y
finalmente a la muerte del menor.
Si observan la
cifra de desnutrición aguda en menores de cinco años, en los dos primeros meses
se presentaron 184 casos, es decir, 46 por semana, pero esta información
oficial está disponible solo hasta febrero de 2017, de ahí en adelante hay un
silencio oficial total.
Sin embargo, y en
forma extraoficial, funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar, Icbf me informan que el comportamiento se ha mantenido todo el
tiempo, en los CRN (Centros de Recuperación Infantil), mantiene en promedio 100
niños mensualmente en recuperación), y a nivel de atención clínica, se están
atendiendo en promedio 50 niños semanalmente, es decir, las cifras se mantienen
en el tiempo, lo que quiere decir que la lucha contra la desnutrición se está
perdiendo.
A septiembre de
2017 se tiene registro oficial de 30 niños muertos por desnutrición, y según el
último boletín del Sivigila del INS (semana 36), hay en estudio 143 casos probables de
muertes por y
asociadas a desnutrición,
para su clasificación final y
para definir la causa de muerte pero no señalan a que departamentos y
municipios corresponden.
Esto quiere decir
que las cifras se podrían disparar dramáticamente. Lo único que es consistente
en los boletines del INS es la lapidaria frase que se repite semana a semana en
estos documento y que dice: “la razón entre lo observado y lo esperado de
casos de
mortalidad por y
asociados a la desnutrición para
los departamentos de Atlántico, Huila, Meta, Cesar, Magdalena y La
Guajira presentan un
incremento que supera
el límite superior histórico notificado entre 2014 a
2016”, es decir, en otras palabras, la crisis se está incrementado y no
disminuyendo.
escribió:
Mauricio Ramírez Álvarez