Voy a realizar una
publicación muy respetuosa, al que no le guste, absténgase de leerme o en su
defecto de opinar, no debemos echarle la culpa a otros de lo que somos y
hacemos, asumamos nuestros defectos para superarnos.
Nosotros somos
culpables de nuestra propia destrucción, el voto es un derecho consagrado en la
Carta Magna que cada quien lo utiliza como mejor le parezca, a algunos les
gusta la hayaca, a otros el sándwich, los 50.000 pesos, la lámina de Eternit,
el medicamento, entre otras cosas; por lo tanto, no podemos seguir publicando y
diciendo que estamos siendo objeto de persecución a nivel central.
Todo lo que está
sucediendo en La Guajira es fruto o resultado de un acto, entendiéndose que
cada acto trae un resultado positivo o negativo conforme a la actuación
realizada.
La corrupción es
pan de cada día en todo el país, desde la Presidencia de la República hacia
abajo; pero somos nosotros quienes otorgamos esas licencias para que hagan y
deshagan con nuestros recursos, dejemos que sea la justicia la que diga quién
es culpable o no.
Pidamos a Dios que
ilumine al juez a la hora de tomar las decisiones pero dejemos de lado el
cuento barato de la persecución!, sí algo se hizo mal debemos responder por
ello.