Después de existir un conflicto por
aproximadamente 30 años, en donde se utilizaron las armas para afectarse
físicamente, las autoridades en el Distrito Turístico y Cultural de Riohacha
intervinieron el pasado fin de semana para lograr un acuerdo de paz.
La mediación contó con la efectiva
participación de la Dirección de Asuntos Indígenas y la Secretaría de Gobierno
Distrital, designando al palabrero Germán Aguilar quien logró en una jornada
maratónica, desde las ocho de la mañana hasta las ocho de la noche del pasado
domingo, hacer las paces entre las dos familias.
Entre discusiones, acuerdos y dialogo, se
logró resolver la problemática que tuvo siempre como epicentro la Boca de
Camarones; donde se inició y finalizó la disputa que llegó al punto de
agredirse con objetos bélicos para defenderse y atacarse.
La información suministrada da cuenta que
todo comenzó cuando los miembros del clan Uriana y Los Epinayú entraron en
conflicto por un terreno que fue vendido a un arijuna.
Se estableció que esta persona tenía un hogar
con una wayuu y con los días se formó una discusión, que conllevó que los de un
clan se metieran a este territorio y en
respuesta la otra familia enfrentó la agresión.