Siento un dolor muy grande por lo que le está
aconteciendo a mi tierra, esta tierra hermosa que ha sido abandonada por el
gobierno central y saqueada por sus propios hijos. En estos momentos somos la
oveja negra del país y el presidente Santos piensa intervenirlo.
Lo más triste del caso es que la diligencia
política de nuestra región no tiene autoridad moral para exigirle respeto a
este gobierno que es tan culpable como nuestra dirigencia política del
desbarajuste que estamos padeciendo.
Todos nos han caído encima, ejemplo, el
periodista Gonzalo Guillén se viene despachando contra nuestro pueblo
encarnizadamente y nos ofende directamente a todos los guajiros al llamarnos
corruptos y ladrones, algo de cierto hay en ello, pero debo aclararle a este
señor y al gobierno nacional que acá existimos personas probas, con principios
sólidos, a los cuales muchos de ellos, no nos llegan a los talones.
Desgraciadamente la actitud de unos pocos nos
pone en evidencia ante el mundo que, no lo podemos ni debemos tratar de tapar,
en sus administraciones derrocharon billones de pesos en obras inservibles,
obras fantasmas y elefantes blancos que ponen en evidencia el despilfarro de
esos millonarios recursos.
Con todo respeto quiero exhortar al pueblo
guajiro a elevar su voz de protesta por el trato al que hemos venido siendo
sometidos por unos personajes, igual o peores que los nuestros, a la peor
degradación que puede sufrir una comunidad.
Es hora de salir a las calles a protestar
contra el gobierno central exigiendo respeto por nuestra dignidad. En estas
marchas no debemos incluir a los mandatarios o dirigentes detenidos porque el
gobierno tomará esto como una marcha politiquera.
Salgamos con un solo objetivo: exigir respeto
y mayor inversión para que podamos salir de este desagradable trance que
estamos pasando. Si nos unimos con este propósito, dejando de lado nuestros
afectos políticos y clamemos enérgicamente a una sola voz por nuestra dignidad,
ese día el gobierno central se dará cuenta que el pueblo guajiro está
reclamando sus derechos y no los intereses políticos de los grupos corruptos
que han saqueado a nuestro erario. Dios nos bendiga
escribió
Hermes
López Deluque