Manaure, Uribia, Maicao y Riohacha en su zona
rural indígena no cuentan con energía eléctrica, ni con carreteras construidas
por el Estado, ni siguiera a nivel de terraplén, solo existen miles y miles de
kilómetros de trochas abiertas por los mismos indígenas, que en invierno se
convierten en arroyos aislando a toda esta población del mundo y sumergiéndolas
en el total abandono.
A nivel educativo, la tasa de deserción del
sistema escolar en Manaure y Uribia, por ejemplo, es del 93%; mientas que la
tasa nacional está en el 40%, que muestra la gravedad de La Guajira.
A nivel de salud, los servicios no llegan a
las comunidades, muchas EPS ni siquiera saben dónde están localizados sus
usuarios, por lo tanto la promoción y prevención en salud es inexistente, y la
atención es casi nula por las miles de trabas y barreras que le ponen a los
indígenas que con suerte logran llegar a un hospital o clínica privada en los
cascos urbanos.
Tener cáncer o alguna enfermedad de alta
complejidad en la península es una
condena a muerte, hay pocos servicios de tercer o cuarto nivel, estos casi no
existen, o son de baja capacidad resolutiva, todos los pacientes, ya sean indígenas
o arijunas, urbanos o rurales, no importa su capacidad de pago, subsidiados o
contributivos deben ser atendidos en Valledupar, Barranquilla, incluso en
Bucaramanga o Medellín, porque no hay servicios en la región.
Muchas veces la posibilidad de conseguir una
cita o una cama no se logra, generándose la defunción por falta de oportunidad
en la atención; este es otro tema que no ha sido revisado por el Ministerio de
Salud, siendo esta su responsabilidad y de la que nadie habla.
Como podrán observar, hay temas muy
complejos, aquí solo toque algunos, una solución puntual no cambia la
problemática, porque si bien se pude construir muchos pozos profundos, (y se
debe hacer) esto no erradican la pobreza extrema, y si se proponen proyectos
productivos, por ejemplo, darles ayuda para sembrar maíz o frijol, el indígena
no solo come maíz o frijol, requiere muchos otros productos para sobrevivir, de
ese nivel es el problema sobre el cual no se habla, pero si se lanzan muchos
comentarios al aire sin saber del problema y sus profundas ramificaciones.
P.D. El presidente de la República (Santos) prometió
100 pozos profundos hace un año, lleva 37 construidos; pero la Media y Alta
Guajira requeriría 910 pozos aproximadamente de este tipo equidistantes cuatro
kilómetros uno del otro, de tal forma que una familia que viva entre dos pozos
deba caminar solo 2 kilómetros para conseguir el agua, aclarando que esto
soluciona el acceso al agua para consumo humano, pero no las necesidades de
agua para lograr la seguridad alimentaria de la región.
escribió:
Mauricio
Ramírez Álvarez