Vivió toda una época
de esplendor, que gozó inolvidablemente, alcanzó en abril sus 90 años, hasta
que ayer la Divina Providencia lo llamó, produciéndose su deceso en
Barranquilla, dejando muchas historias a lo largo de su existencia y vivencias
en la capital de La Guajira. Hablamos de Mauricio Daes Saleh, quien acumuló una
gama de hechos que todavía perduran en el recuerdo.
Moris como todos
los conocían. En los 60 fue un próspero comerciante, algodonero y ganadero;
llegando a hacer parte de los fundadores de la Cámara de Comercio de Riohacha, siendo
miembro de la primera junta directiva de esa entidad.
Felizmente estuvo casado
con Alicia Pinedo Chassaigne (fallecida), de cuya unión nacieron cinco hijos: Maritza,
Mauricio (fallecido), Rosse Mery, Paulette y Juan Carlos (fallecido).
En su juventud
Moris llevó una vida de osadías en los negocios: tuvo dos barcos (Elías y
Riohacha), en ellos transportaba talco desde los muelles en el desierto de la
Alta Guajira hasta la capital del Atlántico.
Igualmente,
comerciaba con las islas de Aruba y Curazao; después hizo un cambio rotundo
hacia lo que estaba de moda el cultivo de algodón y finalmente lo combinó con
la ganadería.