
Los despojos del Negro Robles, como se le conocía, fueron
extraídos por parte del personal del cementerio, ante la orden entregada por la
Alcaldía Mayor de Bogotá, quienes se lo entregaron a representantes del
Ministerio del Interior y estos a su vez lo trasladaron hasta el aeropuerto
Catam.
Al aterrizar el avión, los restos óseos volvieron a su
natal y amada La Guajira, después de 116
años de haber partido de estas tierras y quedar sepultado en la capital del
país.