
Lo insólito del hecho es que una vez se ordenó la remisión por urgencia, la
abuela materna del menor aun contra la voluntad de la madre del niño y del
equipo del Bienestar, integrado por defensor de menores, nutricionista y la
trabajadora social, para ser atendida por ella, en su condición de piache, se
opuso a dicho trámite, por lo que determinó retíralo.
Esta lamentable situación una vez fue conocida por la Secretaría de Salud,
procedió a contactarse con el líder de la comunidad, quien a eso de las 8 y 45
de la noche aproximadamente, por insistencia de la Secretaría de Salud, lo
trajo de vuelta al hospital, con la lamentable noticia de que acababa de
fallecer.
La adversidad a la que diariamente se ve sometida actualmente el sector de
la salud es por la reticencia de las familias de las mujeres embarazada y niños
con problemas de salud en admitir la atención médica que requieren
inaplazablemente.
El hecho ha generado inconformidades y frustraciones en el alcalde Municipal
de Manaure, Davis Díaz Rivera, quien esgrime, que pese a disponer del equipo de
trabajo con que cuenta, a través de la Secretaría de Salud, para mediar y
orientar la atención de cualquier urgencia de la población gestante e infantil,
no resulta suficiente para salvarlos a todos.
Advierte que en la mayoría de los casos constituye un desafío convencer a
las familias para que autoricen el establecimiento del paciente en un centro
hospitalario, pues sus patrones culturales se oponen a los procedimientos de la
medicina occidental.
La doctora Angélica Manotas Moscote, de la Secretaría de Salud, al respecto
dijo: “ruego y exijo públicamente al Ministerio del interior, Dirección de
Asuntos Indígenas, Rom y Minorías e Icbf, una intervención efectiva, que
concilie los patrones culturales de la comunidad wayuu, con los derechos
fundamentales a la salud y a la vida de la gestante, de quien está por nacer y
de los menores que se encuentran en condiciones precarias de salud.”
Agregó “es inaceptable en pleno siglo XXI, la muerte de niños, sea la causa
que sea y las autoridades no seamos sensible frente a la necesidad de adoptar
estrategias de fondo que resuelvan la problemática cultural que contribuye a
dicha tragedia.”
LILIAN DE LUQUE BRUGÉS
Directora de comunicaciones