El día 29 de septiembre de 2015, a la 7:30 p.m. fue notificado a la
Secretaría de Salud de Manaure por vía telefónica, por parte de la coordinadora
del centro Zonal del Icbf No.4, el grave estado de salud de un niño, que había
sido atendido previamente por la ESE Armando Pabón Lopez, a la 4 y 30 de la
tarde quien ordenó inmediatamente su remisión a la ciudad de Riohacha para
brindarle una atención acorde con su nivel de complejidad.
Lo insólito del hecho es que una vez se ordenó la remisión por urgencia, la
abuela materna del menor aun contra la voluntad de la madre del niño y del
equipo del Bienestar, integrado por defensor de menores, nutricionista y la
trabajadora social, para ser atendida por ella, en su condición de piache, se
opuso a dicho trámite, por lo que determinó retíralo.
Esta lamentable situación una vez fue conocida por la Secretaría de Salud,
procedió a contactarse con el líder de la comunidad, quien a eso de las 8 y 45
de la noche aproximadamente, por insistencia de la Secretaría de Salud, lo
trajo de vuelta al hospital, con la lamentable noticia de que acababa de
fallecer.
La adversidad a la que diariamente se ve sometida actualmente el sector de
la salud es por la reticencia de las familias de las mujeres embarazada y niños
con problemas de salud en admitir la atención médica que requieren
inaplazablemente.
El hecho ha generado inconformidades y frustraciones en el alcalde Municipal
de Manaure, Davis Díaz Rivera, quien esgrime, que pese a disponer del equipo de
trabajo con que cuenta, a través de la Secretaría de Salud, para mediar y
orientar la atención de cualquier urgencia de la población gestante e infantil,
no resulta suficiente para salvarlos a todos.
Advierte que en la mayoría de los casos constituye un desafío convencer a
las familias para que autoricen el establecimiento del paciente en un centro
hospitalario, pues sus patrones culturales se oponen a los procedimientos de la
medicina occidental.
La doctora Angélica Manotas Moscote, de la Secretaría de Salud, al respecto
dijo: “ruego y exijo públicamente al Ministerio del interior, Dirección de
Asuntos Indígenas, Rom y Minorías e Icbf, una intervención efectiva, que
concilie los patrones culturales de la comunidad wayuu, con los derechos
fundamentales a la salud y a la vida de la gestante, de quien está por nacer y
de los menores que se encuentran en condiciones precarias de salud.”
Agregó “es inaceptable en pleno siglo XXI, la muerte de niños, sea la causa
que sea y las autoridades no seamos sensible frente a la necesidad de adoptar
estrategias de fondo que resuelvan la problemática cultural que contribuye a
dicha tragedia.”
LILIAN DE LUQUE BRUGÉS
Directora de comunicaciones