Las lluvias
caídas en los últimos dos días en la parte alta de la bocatoma del acueducto
local provocaron altas turbiedades y con ellas las bajas presiones en las redes
de distribución de la ciudad. Dadas las circunstancias, se procedió a reducir la captación de agua,
debido al arrastre de elementos sólidos que podrían colmatar y ocasionar daños
en el desarenador afectando mayormente la producción de agua potable.
De acuerdo con el monitoreo constante en los
hidrantes instalados en los distintos sectores hidráulicos, las zonas más
afectadas son las ubicadas en las partes más alta de algunos barrios que en la
medida de las posibilidades, serán atendidas por la empresa a través de
carrotanques en los puntos más críticos.
Los niveles de turbiedades alcanzaron las 300
unidades lo que limitó la producción. Sin embargo, los niveles fueron bajando
notoriamente, registrándose en 80 NTU (unidades de turbiedad) en las últimas
horas.
La empresa ha maniobrado las válvulas de tal
manera que se produzca el menor traumatismo posible a los clientes. Se espera que la turbiedad siga bajando y que las condiciones
generales del sistema se normalicen en el curso de este miércoles.
Olivia Mendoza Acosta
Departamento de Comunicaciones
Asaa