jueves, 27 de agosto de 2015

FRANCO: ESTRELLA DE LA FOTOGRAFÍA EN RIOHACHA

El fotógrafo en lo que le gusta retratar el ocaso del mar Caribe.
Con solo hundir un simple botón y dejar congelado el tiempo en aquel preciso momento cuando el sol se esconde para media humanidad, detrás del horizonte y dejar en libertad a la frondosa noche; es toda una emoción inolvidable para Franco Estrella, este mismo entusiasmo lo ha repetido centenares de veces, permitiéndole acudir a una inevitable cita con el mar Caribe.
Han transcurrido ya 50 años desde cuando silenciosamente se encontraron esa primera vez: el atardecer y el fotógrafo, quienes automáticamente quedaron convertidos en dos leales aliados.
Riohacha fue el testigo especial de esa ocasión tan exclusiva, donde Franco a sus 19 años se topaba descarnadamente con el inmenso océano Atlántico, en el borde arenoso de esta señorial ciudad ubicada en un rincón del suramericano Caribe.
Franco Estrella en su actividad en el estadio Federico Serrano.
“Es una sensación incomparable, tener en frente al más poderoso del mundo sideral y allí ante ese espectáculo como una persona puede quedarse sin hacer nada, para mí cada día me parece una gran belleza y por ello saco mi cámara le disparó desde diversos ángulos”, opina el fotógrafo.
Durante las últimas cinco décadas, las reuniones se han presentado sin previo aviso, donde cada uno llega por caminos diferentes, sin musitar palabra alguna permanecen allí y el primero en partir es el universal astro rey.
Franco Estrella Argote, como fue bautizado, en su natal Buesaco (Nariño), partió de esta montañosa tierra y llegó a Barranquilla trabajando como ebanista, tapicero y pintor, allí se quedó un año, donde realizó sus primero pinitos en la fotografía, iniciándose esta ardorosa vocación.
“Me compré una cámara casi desechable porque me llamaba la atención la fotografía, me costó en ese entonces 3.000 pesos, con rollo de doce fotos, a blanco y negro, era lo que existía; entonces retrataba paisajes y cuando llegaba a revelar me decían que si era fotógrafo profesional, me hablaban de buen enfoque, de ángulos y me emocionaba todo eso”, puntualiza Estrella.  
En 1964 salió a la capital del departamento de La Guajira donde encontraría el amor hacia aquel arte que hasta ese momento era únicamente una afición. 
“Vine a Riohacha a visitar a mi hermana Irma, mi cuñado era en ese tiempo guarda de rentas de apellido Acevedo, quienes vivían en la esquina de la carrera 9 con la avenida La Marina y al finalizar la tarde yo me iba con la guitarra al parque Padilla, allí conocí a Carlos Molano (fotógrafo), quien me dijo que quería aprender a tocar y yo le dije que me gustaría tomar fotos”, asevera Franco Estrella.
Muchos reconocimientos ha recibido el gran fotógrafo.
Desde ese momento se formó una unión inquebrantable que duró cinco años, Franco hoy recuerda como utilizando una lupa retocaba los negativos con  lápiz 3 B, en el estudio de Foto Color, que estaba en la carrera Quinta, donde hoy está el edificio del hotel Arenas.
Este nieto de un español nacido en Zaragoza, rememora que en sus inicios le correspondió quedarse toda una noche haciendo revelado y copiado para aprender esta disciplina artística.
“Como era nuevo en esta materia me tomaba mucho tiempo para tener lista las 80 o 100 fotos diarias que se hacían en el día; poco dormía me daban las seis de la mañana en esta labor, entonces me bañaba, salía a desayunar y a las ocho estaba atendiendo a la gente. No se me olvida hacía tres partes de agua por una de químico para que quedara expuesta la imagen”, precisa.
Riohacha para ese entonces tenía solo dos lugares para hacer las fotografías y el revelado, que eran Foto Arte de Ricardo Alegría y Foto Color de Carlos Molano.
Franco Estrella con su familia en el muelle de Riohacha.
“Era el tiempo de cuadrar bien el lente, si la persona era morena había que abrir el diafragma en 3,5 para las personas de tez blanca, y en 8 para la piel oscura; nos tocaba en los días calurosos que la temperatura estaba en 25 grados, colocarle al papel en la artesa de revelado un abanico para enfriarlas y poder entregar la fotografía a tiempo”,  declara Estrella Argote.
Para 1969 este nariñense de nacimiento, pero riohachero de alma y vida, con sus ahorros montó su propio negocio, Foto Estudio Venus, que durante 25 años funcionó en el mismo lugar, calle Tercera entre las carreras Quinta y Sexta.
Dentro del archivo de Franco Estrella, son muchas las fotografías de las casas antiguas, lugares como el parque Padilla antes de la remodelación, los paisajes, y fotos de niños y niñas de épocas pasadas que hoy son los padres y abuelos actuales.

LA GUAJIRA CON 4 MUNICIPIOS CON RIESGO ALTO Y EXTREMO ELECTORAL

De 166 municipios en Colombia con algún nivel de riesgo de fraude electoral, La Guajira cuenta con cuatro territorios en el consolidado por ...