La Secretaria de Salud del Municipio orientada por el médico Justo
Vergara Viloria encabezó una comisión del gobierno local que muy temprano éste
martes se tomó los pabellones, expendios y todos los sitios donde se venden productos
cárnicos del mercando de Maicao.
La finalidad es darle a la ciudadanía un parte de tranquilidad de que si
pueden adquirir este producto en el centro de abastos, a donde estarían
llegando carnes de equinos, concretamente de burro; luego que el jueves de la
semana pasada fuera descubierto un matadero clandestino de asnos frente al
parque de recreación del barrio Santander de esta ciudad.
“Es un compromiso de la administración y una preocupación de este
gobierno, y estamos dispuestos a evitar de que aquellos vividores y avivatos
que quieren vivir de los demás a costas de la salud de las personas, lo que nos
ha motivado este tipo de operativos”, expresó el secretario de Salud Justo
Vergara.
A raíz del descubrimiento del matadero clandestino, el Gobierno
Municipal ha emprendido una serie de acciones legales apoyado en el equipo de
la administración del mercado público.
“Estuvimos haciendo una revisión de cada uno de los expendios que están
situados en el pabellón del mercado local, y pudimos encontrar algunos locales
en muy buenas condiciones higiénicas que dan ganas de llegar y comprar, pero
otros en cambio son deprimentes, producen asco, por lo que fue necesario
hacerles unas recomendaciones puntuales para que esos lugares los mantengan
bien aseados y en condiciones aptas, para que el comprador se dé cuenta que la
carne que se vende allí es de buena calidad, que es tratada y es almacenada con
todas las condiciones higiénico-sanitarias”, manifestó Viloria.
El grupo del gobierno municipal pudo constatar que en el momento en el
mercado público no hay carne de equino (ni de caballo ni de burro), y que el
producto que se está vendiendo es de buena calidad, garantizada que es de res.
“Eso lo pudimos constatar colmena a colmena, deposito a depósito de cada
uno de los expendios visitados en la madrugada y mañana de hoy martes”, señaló
Viloria.
En criterio del funcionario, es un parte de tranquilidad a la comunidad
fronteriza, para que las personas puedan consumir carne, acercándose donde su
distribuidor de confianza, porque existen algunas personas que están trayendo
carne de Venezuela empacadas de manera antihigiénica en sacos.
“Vimos unas personas extrañas, pero con la presencia de nosotros se
retiraron del lugar, y si de algo estamos seguros, es que eran personas que
traen carnes desde ese país en condiciones no aptas y muy probablemente de
ovinos enfermos”, advirtió el funcionario.
Otras fuentes de la comisión que visito el mercado, manifestaron que los
mismos expendedores se están dando cuenta que vender la carne colombiana es lo
legal y lo más sano para la comunidad, y que por unas pocas ganancias ya se
dieron cuenta que no se pueden perjudicar.
Dentro de la socialización con los expendedores cárnicos se les advirtió
que si se llega a descubrir que están vendiendo productos venezolanos no aptos
para el consumo humano les será decomisado y se les sellará el negocio.
Los operativos se harán de manera constante todas las semanas, para
constatar que sean ciento o ciento seguro cercarse a la plaza de mercado a
comprar la carne de res sin ninguna prevención o temor.
Los expertos aseguran que la carne de equinos tiene una coloración muy
intensa más rojiza y su olor es desagradable, mientras que el olor de la carne
de res en buenas condiciones no presenta esas características.
“Es decir, dijo el médico, es por la parte hormonal del burro, que el
cebo y la misma carne tiene un olor nauseabundo que la hace ver fétida, pero
que hay que tener cuidado porque algunos vendedores inescrupulosos la pueden
mezclar y engañar al comprador”.
La apariencia, el color y el olor, son las mejores pistas para detectar
una carne que no es de res. El médico advierte consumir carne de burro o
caballo es peligroso, ya que los
equinos, en algunas condiciones en las que ellos permanecen pueden ser
transmisores de algunas enfermedades.
En el caso del asno, se da la rabia, aftosa y la encefalitis equina,
porque el burro que venden para sacrificarlo es un animal enfermo, llagoso y de
condiciones higiénicas deplorables porque nunca ha sido vacunado y ese es el
gran riesgo.
El equipo de salud municipal conmino a los vendedores honestos del
mercado público para que sean vigilantes para que estos casos de venta de
carnes clandestina no se den o de lo contrario ellos serán los primeros
perjudicados, porque las personas se abstendrán de consumir productos cárnicos
que se expendan allí.
Por: Alcides Alfaro Guerra
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