Para esta última parte de las respuestas entregadas por la alcaldesa de
Manaure, Francisca Freyle Mengual, sobre sus actuaciones al frente de ese
despacho, la mandataria entrega una serie de refutaciones sobre las acusaciones
que se le hacen.
La burgomaestre desde la cárcel de mujeres en Girón (Santander) donde
fue recluida después de entregarse para aclarar su situación jurídica.
¿Es inocente de lo que se le acusa?
Completamente inocente, jamás
me reuní ni direccioné cercenar, disminuir o no entregar lo contratado y que lo
digan los contratistas y supervisores, jamás he amenazado a nadie.
Quiero recordar que en los
cargos que he ocupado siempre he dejado huellas y resultados favorables a la
comunidad indígena, lo hice en la Dirección de Turismo, desde la dirección del
centro de producción de sal de Manaure cuando era operada por el estado, desde
la gerencia de Sama, y ahora como alcaldesa.
Todas estas acusaciones son
producto del odio y la persecución, se juntaron dos fuerzas demoniacas en mi
contra, una que firma y recoge firmas con engaño a los indígenas y otra que
financia.
Mi denunciante me acompaño en
las elecciones, me presento en el mismo mes de enero dos proyectos que no le
contrate, en los primeros meses no sabíamos los alcaldes del país como iban a
quedar las regalías y ya en el mes de marzo era mi enemigo y empezaron los
ataques y aquí estoy privada de la libertad en la reclusión de mujeres de
Bucaramanga y lo más doloroso es que deje varios proyectos a mitad de
cristalizarlos, quiero que sepan que estoy bien, fortalecida en Dios y
confiando en la justicia divina, esa nunca falla, segura que Dios guarda
siempre mi vida.
¿Quién cree usted que está detrás de esto, qué pasa en Manaure?
En Manaure el odio político,
el sacar líderes fuertes del camino sin importar sin importar el dolor y la
destrucción de una familia, financiando injusticia para tener el camino
despejado a sus ambiciones debe ser de mucha reflexión para el pueblo de
Manaure.
El haber llegado yo a regir
los destinos del municipio en el periodo 2012-2015 a uno al cementerio y a otro
a prisión.
¿Cómo se siente lejos de su tierra y de los suyos, como esta su familia?
La verdad los primeros meses
muy triste, no podía creer lo que me estaba pasando, nunca he hecho méritos
para llegar a la cárcel, con tantos interrogantes me preguntaba en que momento
me convertí en una delincuente, que clase de delincuente soy que me hayan
tenido que sacar de mi tierra bajo engaño en una avioneta a una ciudad
desconocida? Pero ya veo las cosas de otra forma, vivo con fe en Dios, con mucha
fortaleza, conociendo un mundo que nunca nos imaginamos, leo mucho, converso
con las demás internas, ya tengo muchas amigas, mi humildad se presta para
tener buena relación con todas, asisto con frecuencia a la iglesia, mi familia
me visita, pienso mucho en mi madre y los extraño a todos, mis hijos gracias a
Dios ya son profesionales y les ha dado duro verme aquí porque ellos saben qué
clase de mujer soy y los valores que les inculque.
¿Cómo va su caso, esta optimista?
Mi caso no lo veo fácil, por
algo me sacaron de mi tierra, por aquí nadie me conoce, solo creen lo que dice
mi demandante, a veces siento que soy el chivo expiatorio de la calamidad que
han vivido en 500 años los indígenas, que alguien tenía que pagar el abandono y
fui yo la elegida.
Con todo esto confío en mi
equipo de defensa y en manos del todo poderoso mi pronta libertad.
¿Cómo ve la política en La Guajira y la situación en general?
Las brechas son profundas y no
benefician para nada el desarrollo de La Guajira, a mí me fue muy mal con la gobernación,
recibí el castigo de no hacerle obras a Manaure por ser yo la alcaldesa, ni
siquiera las que por ley me correspondía, no contrataron los proyectos que
radique, y los programas departamentales llegaban a mis opositores.
¿Cómo ha sido todo éste proceso que le ha tocado vivir en los últimos
meses?
Muy duro, jamás me imagine
vivirlos. Quiero decirle a todos que sigan confiando, creyendo en mi inocencia,
siempre he trabajado dando lo mejor de mí, sin mayores pretensiones que la de
servir.
Luego de varias peticiones
fallidas ¿Piensa qué se le están
vulnerando sus derechos?
Sí, me siento vulnerada e
injustamente encarcelada, no entiendo porque me acusan de amenazar a mi
denunciante, no entiendo porque una mujer como yo sea un peligro para la
sociedad y por eso debo continuar detenida mientras se surte la investigación.
Porque tengo que asumirlo yo, que se investigue como se dio esa amenaza.
PARTE III y última
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