Dirijo este
escrito con el ánimo de contribuir a la búsqueda de soluciones estructurales y
de fondo a los profundos problemas del Departamento de La Guajira, los cuales
fueron consignados en el plan de desarrollo 2016 – 2019 “Oportunidad para Todos
y Propósito de País”.
Por primera
vez en un documento público como lo es el plan de desarrollo del Departamento,
con sinceridad y responsabilidad social, identificamos los profundos problemas
de la región, siendo esto el resultado de la consulta previa y del trabajo
armónico de múltiples actores tanto étnicos como sociales e institucionales.
Los problemas
de La Guajira no son fáciles, son estructurales, son de vieja data, y parten
del hecho que como territorio y como nación desconocíamos la realidad de La
Guajira, falencia que se ha intentado superar por primera vez, dado que si no
entendemos los territorios, nunca podremos intervenirlos correctamente.
La realidad presidente
Santos es que la crisis no se da solo en Uribia, Riohacha, Manaure y Maicao,
municipios cobijados por las medidas cautelares de la Corte Interamericana de
Justicia y del reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia, y adonde se ha
centrado la acción estatal, sino en los 11 municipios que tienen presencia de
pueblos indígenas, incluso en los pueblos originarios de la Sierra Nevada
de Santa Marta donde conviven los wiwas, koguis y arhuakos porque la
desnutrición y la pobreza también golpean, pero que no han sido visibilizadas
por los medios de comunicación.
por: Mauricio Ramírez Álvarez