Sin decir una sola palabra, completamente mudos, llegaron
los atacantes, quienes se bajaron de un campero y dispararon con armas de fuego
de largo y corto alcance, produciéndose la balacera que dejó un niño muerto y
dos hombres heridos.
Cuco, como le llamaban a Anderson
Rafael Peralta Mendoza, de trece años, fue quien llevó la peor parte,
recibió tres impactos de bala, mientras que los heridos de uno y dos balazos.
Se indicó que las personas en la vivienda alcanzaron a
repeler el ataque que realizaron desconocidos, quienes llegaron a bordo de una
Toyota, línea Fortuner, color blanco; en la misma huyeron del lugar después del
hecho.
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