El
dataísmo es la nueva religión universal a la que todos deberíamos pertenecer.
Es la verdadera salvación de la humanidad en la tierra. Sin competir con las
religiones tradicionales teístas también tiene su propio dios. Su propio señor
supremo, su majestad, es el dato, y su primer mandamiento es su libre flujo.
Su
iglesia es ecuménica. Dispersa por todo
el mundo en redes sociales ágiles, ubicuas y baratas penetra con facilidad en
la conciencia de las regiones, de las naciones y del mundo. Este poder
omnipotente y omnipresente tiene tanta fuerza que es temido por las fuerzas del
mal.
Las
mejores sociedades, las más democráticas, las más igualitarias y equitativas,
incluso las más ricas, serán aquellas que adoren el dato y practiquen su primer
mandamiento, teniendo en cuenta que mientras más volumen y más calidad de datos
manejen, más competitivas y más exitosas serán.
Pobres
de los que la embarren y abusen de sus sociedades y caigan en las redes
cibernéticas. Colombia empezó a cambiar y a encarcelar poderosos corruptos, no
fue porque la gente de un momento a otro decidió ser buena, sino porque la
buena moral se impone cuando los pecados de unos son conocidos por todos. Ya me
convertí al dataísmo, y usted?
escribió:
Stevenson Marulanda Plata