Mientras algunos
queremos y nos morimos por estas tierras bañadas por el mar Caribe y la fuerte
brisa, otros no hacen sino enriquecerse de las arcas públicas, calentando un
asiento y cobrando en la nómina sin importarle la realidad actual de nuestro
Distrito Turístico y Cultural de Riohacha.
Hace un tiempo
estaba convencido que los presos se encontraban únicamente en los centros
carcelarios, pero hoy por fin me doy cuenta de una situación diferente, los
presos también vivimos por fuera de las rejas, hoy el riohachero está preso en
el temor por el alto índice delictivo que se vive en la ciudad, esta situación
generada a raíz del hambre, la falta de empleo, la proliferación de algunos
extranjeros; pero quienes pueden hacer más por este terruño son los
funcionarios y están ganando salario sin sentido de pertenencia.
Perdimos el espacio
público, pareciera que los riohacheros nos bañáramos con tinto, eso se ve con
la cantidad de vendedores; sumado esto al caos en la movilidad, entre otros
aspectos. Pero que va a Cuántos de ellos les importa que esto suceda?
El coterráneo se
acostumbró a vivir conforme, sentados en el parque o en la esquina, allí se la
pasan comentando lo que se hizo y aquello que dejaron de hacer los gobernantes
y sus funcionarios; pero nadie protesta, quedando todo en rumores, nada de
propuestas o sugerencias que sean acatadas por los mandatarios a fin de dar a
conocer las inquietudes para enderezar el rumbo.
Muchos creyeron en
un gobernante que se hacía llamar del pueblo y decía que en él estaban
reflejadas todas las clases sociales pero ¿En qué estado nos dejó?
Ahora colocamos
nuestra esperanza en una figura femenina, muy hermosa; esperemos que realmente
sea independiente y no obedezca a una cuota burocrática, dejando anclados en sus
puestos a personas que han demostrado su incapacidad administrativa y quienes
si den la talla de pretender los mejor por Riohacha los mantenga y no los saque
también para satisfacer a un jefe político.
Le pido a Dios y a
la virgen de los Remedios que metan su mano por esta tierra que está siendo
acabada por la burocracia indolente y nefasta, que sólo buscan sus intereses
particulares sin importar atropellar a los demás.
escribió:
Álvaro Romero Hurtado