
Los menores fueron sensibilizándolos
y concientizándolos sobre los daños y cambios que les pueden generar en la
salud física, psicológica y en su entorno familiar y social por causa del uso
de estas sustancias.
Esto con el fin de
generar cultura de seguridad en el sentido de autorregulación y prevención de
riesgos, siendo este un sector en el cual la población infantil y juvenil es más
vulnerable y/o susceptible ante estas amenazas.
En el desarrollo de
la actividad se utilizaron materiales didácticos (video beam, charlas, videos,
cartillas, dinámicas) para crear un ambiente ameno y lúdico con el cual no solo
aprenden a rechazar el consumo de drogas, sino también a fortalecer sus
valores.