Con gran
preocupación, la ciudadanía riohachera ve como la inseguridad se ha disparado y
las autoridades pasan de agache presentando cierta cantidad de contrabando
incautado debido al gran despliegue policial en las carreteras controlando el ilícito.
Mientras esto
sucede la ciudad permanece sin policías que la proteja y permite que los
delincuentes se paseen como Pedro por su casa. Es preocupante ver como los
atracos callejeros, el raponeo de motorizados en el centro de la ciudad son
noticias de todos los días.
En Riohacha existen
sitios en los cuales no se puede transitar porque los delincuentes viven al
acecho de víctimas, también se están cometiendo atracos en las mismas casas
para robarse hasta un celular barato y para ello hasta atentan contra la
integridad de las personas.
Todo lo anterior es
pan de cada día y lo más preocupante, no se vislumbra una luz de esperanza que
nos indique el mejoramiento de esta grave situación que nos tiene agobiado y
viviendo en zozobra.
El miedo nos tiene
en suspenso, ya salimos a la calle con la incertidumbre de si regresa vivo o
muerto a su casa. Esto es preocupante pero a la Policía le interesa más el
control del contrabando que la vida del ciudadano.
En varias reuniones
con las autoridades he dicho que si el gobierno quiere controlar el contrabando
de gasolina y mercancías, que es su deber, debe enviar un grupo élite que se
encargue de ello y deje a los miembros de la policía acá radicados en la ciudad
para combatir a la delincuencia que nos tiene azotado.
No quisiera pensar
que el comandante de Policía, con la anuencia de nuestros gobernantes le dé
prioridad al control de contrabando descuidando la vida, honra y bienes de los
habitantes de la ciudad que estamos sufriendo en carne propia el despojo de
nuestras pertenencias, el atentado a nuestras vidas ante la mirada impasible de
las autoridades.
Invito al gobernador
Weildler Guerra Curvelo a unirse a la alcaldesa distrital para que unidos
analicen la grave situación que vive nuestra capital y todo el departamento. Es
el momento de exigirle resultados al comandante de Policía, resultados que
garanticen la honra, vida y bienes de sus habitantes.
Si esto sigue así,
el pueblo tendrá que salir a las calles a exigir seguridad y que este clamor se
escuche en Bogotá porque, como van las cosas, si la alcaldesa y el gobernador
no se apersonan de esto, seguro que la solución a esta problemática no se dará.
Creo que nosotros
como pueblo, podemos darles una mano a nuestros gobernantes para que ellos
tengan los argumentos necesarios ante el gobierno central y los escuche para
que ayude a solucionar el problema de inseguridad que nos viene agobiando ante
la ineficiencia o incapacidad de la policía de controlar a esta ola delincuencial.
escribió:
Hermes López Deluque