
El acuerdo fue
que tres candidaturas se desmontaban para darle mayor fuerza a una sola, que le
permita competir contra el bando de los barones electorales, que es el grupo a derrotar, mientras al candidato restante no lo tuvieron en cuenta.
Ninguno se
guardo la noticia, saliendo de la ‘Casa Fortaleza’ lo primero que hicieron fue
llamar o escribir por Whatsapp el resultado, dando a conocer quien se quedaba y
los que se iban de la competencia.
Parte del
acuerdo que se hizo el sábado en Riohacha fue: todos declinan, uno tendrá apoyo
a Gobernación, otro a Cámara de Representantes y el último al Senado de la
República.
Aunque algunos
intentaron hacer negociación, llegando a presentar sus intenciones y hasta
estrategias de campaña, pero nada, nada funcionó porque se encontraron con una
férrea posición de desmonte.