Por no cumplir con las más mínimas
condiciones higiénicas, un sitio destinado para el sacrificio de animales fue
clausurado de forma definitiva por la Secretaría de Salud Departamental, que
venía actuando de forma ilegal en el corregimiento Mingueo, municipio Dibulla.
La autorización fue establecida por el
Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, porque
este matadero clandestino operaba sin ninguna licencia.
El sellado se
basó en la baja condición sanitaria que venía siendo empleado en el lugar, que
no reunía los requisitos establecidos para este tipo de actividad.