
El caos reina en la Oficina de Participación Comunitaria de la Secretaría
de Gobierno Departamental porque los funcionarios que están a cargo son nuevos y muestran sus
falencias, además de no existir la disposición económica para desarrollar el
debate.
La responsabilidad se ha descargado en los que aspiran a ser elegidos en
cada barrio como también en los integrantes del Tribunal de Garantías, quienes
están asumiendo los costos de todo el proceso.
Desde hace un mes les informaron a los candidatos de las diferentes
planchas que debían mandar a elaborar las tarjetas de sufragantes por su
cuenta, ahora seis días antes les comunican que lo asumirá el gobierno.
La inconformidad existe en que los participantes de las listas y el
Tribunal de Garantías deben suministrar: papelógrafo, almuerzos, bolígrafos,
urnas, mesas, sillas, refrigerios, fotocopias de las listas, y las carpas; solo
a última hora se conoce que serán entregados el mismos domingo los tarjetones
electorales.