La historia
nos muestra que aunque hubo dificultades jamás se dejó de participar, hoy queda
para la historia este suceso; donde con mucho esfuerzo y limitantes, se hace
deporte dentro de las instituciones educativas, se necesita por parte de los
gobierno de turno no se maten las ilusiones y las esperanzas a los deportistas.
Dicta
la norma reglamentaria para los Supérate, exactamente la 136 de febrero 2 del
2017, en su capítulo VI fases de competencia y responsabilidad, artículo 29,
numeral 3 y 4: “…la responsabilidad en la organización y desarrollo de los
eventos corresponderá al ente departamental o quien haga sus veces, la financiación
de los mismo se hará con recursos propios de los entes deportivos municipales o
departamentales y recursos de Coldeportes a través de convenios con los entes…”.
Siendo
esto así, y luego de cinco meses en la dirección del Iddg de Adriela González Mendoza, siete
meses al frente del departamento de Weildler Guerra Cúrvelo, más la llegada a
finales de febrero de la intervención nacional que pasó a manejar $ 513.000
millones destinados a educación, los juegos Supérate intercolegiados resultó al
parecer para la dirigencia una sorpresa en esta anualidad.
Como
novedad que fue en todo este tiempo no se vislumbró una salida, ¡carajo!, en
mala hora se da esta burla para los sueños de nuestros estudiantes y
deportistas, puede concluirse tristemente que no se priorizo el atender a los
jóvenes guajiros.
Aún
con esta embestida al sistema educativo, en todos los municipios del
departamento, con sus barrios, comunas, corregimientos y veredas; es nuestro
deber informar que domingo a domingo se hace deporte en La Guajira.
En
nuestra esfera, son muchos los docentes y líderes deportivos que apuestan a los
procesos de formación sin respaldo institucional, se desenvuelven lejos de la
dirigencia y el deporte asociado, favoreciendo en su proeza los cimientos
sociales, suplen la práctica deportiva escolar que deberían darse en los
establecimientos educativos, a ellos mi admiración, la sociedad no tendrá jamás
como pagarles su obstinación y terquedad que sublimemente se compensa en la
inspiración que emanan sus apadrinados.
Lo que
si da gusto es ver los dirigentes que sin pudor y con el más alto grado de
cinismo, desfilar para ser los primeros en la fotografía con los jóvenes que
ganan méritos deportivos a nivel nacional, glorias conquistadas sin apoyo, con
mucho sacrificio y esfuerzo propio.
Aunque
la herida todavía no sana, ya no es noticia este acontecimiento, esta eclipsada
por avances positivos de otros problemas en nuestra provincia, por las
dificultades que imperan o por los nuevos trances que asoman en el trasegar de
mi departamento La Guajira.
Sin
embargo, este accidente irreparable a la educación y el deporte, no deja de ser
la frustración, el lamento de los más de 280.000 niños y jóvenes en edad
escolar entre los 5 y los 17 años del departamento, es el siniestro de docentes
ilusionados con un fruto deportivo después de tantas luchas, la anécdota donde
suspiran los que esperaban el empleo, no dejará de ser la pesadilla de empresas
locales que brindan bienes y servicios al sector deportivo.
¿Y los
padres de familia?, estos mortales seguirán haciendo peripecias que los ayude a
ganar la pelea en la formación integral de sus hijos.
escribió:
Charles Aguilar Medina
Charles Aguilar Medina