Después
de la captura del alcalde titular Fabio Velásquez Rivadeneira, los riohacheros
entramos en zozobra, preocupados por el futuro del Distrito y por el
estancamiento de todos los procesos que se venían desarrollando y por los que
éste quería implementar.
Meses
después surgió una esperanza, el Gobierno Nacional nombró a Isseth Tatiana
Barros Brito, hija del crítico periodista Marcos Barros Pinedo, como alcaldesa
encargada. La mayoría de riohacheros vieron en ella la oportunidad de que se
restableciera el curso del Distrito; pero hoy nos dimos cuenta que ha sido un
total fracaso.
Tanto
tiempo como encargada sin demostrar resultado alguno y a víspera del inicio de
la Ley de Garantías, firmó contratos y convenios por valor aproximado a 90 mil
millones de pesos, como si quisiera garantizar alguna campaña electoral el año
entrante.
Pero
mientras eso sucedía, los flash rechinaban demostrando lo fotogénica que es;
mientras tanto otro fenómenos se iba apoderando de Riohacha, y fue el arribo
desesperado de venezolanos, particularmente no me opongo a brindarles la mano,
pero tenemos que ser conscientes y aterrizados que no tenemos recursos para
solventar nuestros propios problemas y queremos atender la de los demás como
buenos samaritanos.
Acompañado
de ellos, llegó a Riohacha el miedo, los parques, avenidas y terrazas fueron
invadidos por estos foráneos, quienes hacen sus necesidades en estos espacios
creando un problema de salubridad y quienes duermen en estos mismos lugares haciendo
más difícil el transitar de la ciudadanía.
Los
atracos a entidades bancarias, a establecimientos de comercio, a personas
naturales, el robo de vehículos, son fenómenos que han ido en alza los últimos
meses; la invasión del espacio público acabó con el derecho a la libre
locomoción, la venta ambulante de todo tipo de producto ha generado una
competencia desleal acabando con el comercio activo de la ciudad y obligando a
los micro empresarios a cerrar sus negocios, logrando un mayor número de
locales desocupados y una caída en la economía.
Hoy en
Riohacha no se encuentra circulante, familias acostumbradas a tener tres
comidas diarias, están consumiendo entre una y dos únicamente. Aquí se nota la
falta de solidaridad de algunas entidades, como la Cámara de Comercio de La
Guajira y de nuestros mandatarios con los diferentes sectores de la ciudad.
Por
otra parte, algunos policías manifiestan no poder intervenir el parque de La
India, porque es la alcaldesa quien debe impartir las órdenes, pero está claro
que Riohacha no tiene alcalde, está claro que algunas personas cuando ostentan
un cargo su comportamiento cambia.
Alcaldesa,
secretarios, nuevamente les hago el llamado a que presenten su renuncia. El
hecho de cobrar un salario y no trabajar efectivamente en favor del pueblo, es
un acto inminente de corrupción. Ustedes han despertado en el pueblo la
sensación de que este paraíso se gobierna solo, pero todo esto es resultado de
la indiferencia que ustedes demuestran.
Ya es
hora de reaccionar, si ellos no intervienen por nosotros, tendremos que ser
nosotros quienes intervengamos por Riohacha. El próximo mes de marzo los invito
a que castiguemos en las urnas a todos aquellos que no son capaces de
representarnos dignamente, ¡Ya basta! No dejemos morir a nuestra ciudad.
Virgen
de los Remedios te rogamos metas tu mano para salvar a Riohacha así como un día
la salvaste del bravo mar.
escribió:
Álvaro Romero Hurtado