
Son muchas las amenazas que desde afuera se
ciernen sobre el pueblo guajiro para que pensemos en confrontaciones entre
hermanos.
La paz política es inevitable. La Guajira lo
exige. Recordemos que en la política tenemos adversarios y no enemigos y en la
península todos somos primos.
Los que han venido ostentando las riendas del
departamento también son guajiros que con la mejor voluntad hicieron lo mejor
por servirle al pueblo.
El no compartir sus ideas solo nos pone con
otra perspectiva buscando la misma solución. La situación administrativa es
pasajera, démosle la bienvenida a Tania Buitrago.
Recordemos con ella y entre todos que La Guajira
espera de sus hijos es trabajo desinteresado y comprometido en las 24 horas del
día, los siete días de la semana. Bienvenida Tania Buitrago.
escribió:
Edgard
Gómez Ibarra