El Consejo local de Gestión de Riesgo, establecido en el marco de la ley
15-23, se reunió con el fin de otorgarle el concepto favorable al alcalde con
el fin de que este decrete nuevamente la calamidad pública, debido a la ola de
sequia que sigue golpeando este ente territorial.
Estuvieron presentes todas las entidades que conforman el consejo como son
la Cruz Roja, Bomberos, la Unidad Municipal de Gestión del Riesgo, La Policía
Nacional, el Ejército, Universidad, Icbf, las empresas de servicios públicos
domiciliarios, gremios y asociaciones, entidades públicas, privadas y
comunitarias.
En pocos días, una vez se reúna con su gabinete y consejeros, el alcalde
deberá expedir el decreto que declara oficialmente la calamidad pública, para
que se inicie el periplo de la recolección de recursos para el trabajo de campo
que se debe cumplir con el in de asistir a las comunidades afectadas por la
sequia tanto en el área urbana como en la rural, dentro de un programa e
acciones efectivas que leven respuesta a las zonas afectadas por el fuerte
verano.
Con esta nueva disposición oficial, cada secretaría municipal podrá
destinar los recursos que le sean posibles para fortalecer las acciones que
buscan aliviar en parte la calamidad por la difícil situación climática, según
dejo entrever un miembro de la Unidad local del riesgo.
Estas acciones de asistencia humanitaria deben iniciarse en un mes mínimo,
tiempo en el cual el alcalde ya debe haber dado a conocer el decreto, una vez
se dio a conocer el concepto favorable del Consejo Local de Gestión del Riesgo.
El plan debe contener las acciones generales, para entrar a analizar las
principales necesidades como la falta de agua, alimentos e insumos para los animales, así como el
arreglo de molinos, suministro de combustible para los vehículos cisternas y
otros requerimientos propios de estas circunstancias.
En este momento, la unidad local trabaja con 22 carros cisternas de la Unidad Nacional.
Fuentes de la Secretaria de Salud Municipal revelaron de otro lado, que
comparativamente con el año anterior, se han incrementado por esta sequia, las
enfermedades infecciosas, respirarías y diarreicas agudas en los menores de
cinco años. El
fenómeno climático, ha estimulado la alta incidencia de algunos casos de
desnutrición en algunas comunidades, lo cual originó dos muertes en el primer
semestre de este año.
“Es algo que nos duele, pero es la temporada de sequia que incrementa el
riesgo de muertes y amplía las posibilidades de enfermarse más las comunidades
de la zona rural, donde no hay agua, pero al igual se hacen los esfuerzos para
habilitar algunos pozos y molinos para soluciones inmediatas, pero que mientras
tanto se hacen paliaciones con algunas acciones como carros cisternas”, dijo el
secretario de salud, Justo Vergara Viloria.
Las recomendaciones desde el mismo Consejo del Riesgo, es tomar las
precauciones, ahorrar el preciado liquido, procurar que el agua sea de buena
calidad y evitar la contaminación, manteniendo el liquido en las condiciones
ideales, tapada, para evitar el caldo de cultivo de microorganismos y los
criaderos de mosquitos, causantes del dengue, chicungunya o el nuevo virus
conocido como zika.
Por s parte, el secretario de Educación Municipal con funciones de alcalde
encargado, aseveró que luego de conocer el concepto favorable del Consejo local
de Riesgo, dijo que lo que viene es tomar las gestiones pertinentes ante los
entes nacionales, del departamento y la Unidad de Riesgo del País, así como ante
la Sala de Crisis Departamental, para enfrentar el fenómeno climático que tanto
ha afectado a la comunidad.
“Viene el arreglo de más molinos, el fortalecimiento de nuevos posos
profundos, y logar que con aguas de la Península, -operador del acueducto en la
ciudad-, para prestar un mejor servicio tanto en la zona urbana como en el área
rural con los vehículos Cisternas” dijo Choles.
En su turno, la Unidad Municipal de Atención Agropecuaria, Umata, reveló
que no menos de 900 animales han muerto en la zona debido al fuerte fenómeno
climático.
Por: Alcides Alfaro Guerra