Desesperados se encuentran los pequeños ganaderos que se
encuentran ubicados en el municipio, porque la comida para los animales está
cada vez más escasa y el agua de los ríos y acequias se han secado.
“Estamos frente a una problemática que no viene de ayer,
ni antes de ayer, esta es una situación que nace desde hace dos años y es el
fenómeno de El Niño, que es tan inmensa que los campesinos están perdiendo el
patrimonio de ellos, como es el ganado, el cultivo y pastos perdidos”, planteó
el concejal Eriberto Ibarra Campo.
Aunque el integrante del cuerpo edilicio reconoce que han
llegado a la zona rural de Riohacha ayudas, también asegura que es
insuficiente, correspondiéndole a los productores pecuarios comprar el silo a
300 mil pesos la tonelada y ésta demora para 50 reses un total de ocho días.
“En la zona rural ya tenemos alrededor de 500 vacas
muertas y hay otro número similar que posiblemente deberán sacrificarlas porque
están muy débiles, como ocurrió en días pasados, ayude a nutrir una res con
suero, pero no todos los campesinos pueden hacer esto, sobre todo aquellos
pequeños ganaderos que están en quiebra”, subrayó Ibarra Campo.
Ante las autoridades municipales y departamentales, el
concejal de Riohacha solicitó una intervención más contundente para evitar una catástrofe
en el área rural.