Junior, en el círculo Carlos De la Torre
QEPD.
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Con De la Torres, tuve la oportunidad de compartir muchos
momentos agridulces. Algunos como adversarios, otros, como compañeros de
equipos. En efecto, cuando Arnoldo Iguarán Zúñiga y mi persona nos trasladamos
a la ciudad de Barranquilla con el propósito de vincularnos como futbolista al
equipo de la Corporación Universitaria de la Costa, CUC, dirigida por el
colombo-brasilero Otton Alberto Dacunha, existía una sana rivalidad futbolista
entre los equipos de las universidades Atlántico, CUC, la Libre y el Junior.
Eran los mejores.
Los entrenamientos eran en la cancha de arena de la escuela
La Normal, ubicada en las inmediaciones de la calle 70 con carrera 38. La CUC,
tenía un equipo fuerte liderado por un joven delgado, alto, con un
extraordinario talento: Victorio Márquez. Todavía desconozco porque no llegó al
futbol profesional.
Siempre, escuchaba sobre la proximidad del torneo
organizado por la Liga del Atlántico, donde históricamente los primeros lugares
eran para el Junior, Uniatlantico, Libre. La CUC daba la batalla pero no
alcanzaba.
Bonchi y yo, llegamos, entrenamos, agarramos la titular y
no la soltamos. De tal manera que ese año (1976), nos alzamos con el título por
encima del Junior, las universidades del Atlántico y Libre, inclusive. Justo,
en el equipo de la Libre me tocó enfrentar a Carlos De la Torre, quien hacia dupla
defensiva con Alberto Celedón Molinares. También jugaba el guajiro José
Francisco Pacho Pichón Julio.
Tenían un equipazo al igual que Junior. Pero nada que
ver. Bonchi y Nacho, llegamos para revolucionar el futbol en Barranquilla,
fuimos convocados a la selección de mayores del Atlántico, dirigida por los
mundialistas Antonio El cañonero Rada y Marcos Olímpico Coll.
El primer partido los antagonistas históricos, Atlántico
y Magdalena. Resultado final Atlántico 3 Magdalena 1. Un periódico bogotano
tamaño tabloide tituló Guajira 3 Magdalena 1. Los goles fueron anotados por los
tres guajiros. Magdalena, tenía una nómina de lujo. Siempre escuche que la
mayoría jugaban en el Unión Magdalena, recuerdo, Fragoso, Viloria, Fallace,
Didi Valderrama, Alberto Gamero, entre otros.
Posteriormente, en el años de 1978, frente al nivel
futbolístico de los guajiros, el Junior entró en negociación con los directivos
de la CUC, propietario de los derechos deportivos. Fue exigencia de quienes
manejaban el deporte en la Universidad, como condición para mantenernos en la
titular y derecho a la beca. Para la fecha cursaba cuarto semestre de Derecho.
Arnoldo se retiró, lo de él fue futbol. La negociación con el Junior estuvo a
punto de fracasar por diferencias económicas. Sin embargo, el Junior compró mis
derechos deportivos y descartó a Iguarán.
En el año de 1979, ingresó a la nómina del Junior de
Barranquilla, jugué toda la temporada con la reserva profesional, hoy conocida
como Primera B, nuevamente coincido con
Carlos De la Torre, zaguero central que alternaba con Gabriel Verdugo y Dulio
Miranda, en el equipo profesional.
De Carlos, como futbolista recuerdo su nobleza, no
obstante la dura posición que ocupaba. Como persona, todo un caballero. Trabajó
como médico en el hospital Nuestra Señora de los Remedios en Riohacha.
Situación que aprovechó para visitarme varias veces a mi residencia. Hoy,
seguro está en una cancha celestial con tres grandes del futbol, Antonio Rada,
Marcos Coll, Otton Alberto Dacudha, quienes también partieron y forman parte del
onceno titular del Todopoderoso. Mis sinceras condolencias a familiares y
amigos. Paz en su tumba.
escribió:
Ignacio Escudero
Fuentes
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