Sin precedentes en lo corrido
de la vigente anualidad, la violencia reanudó su reinado en la península; al
cumplirse los 31 días de mayo, se registró en su totalidad 26 homicidios,
desbordándose de esta forma el delito contra la vida.
En La Guajira el mes pasado
quedaron consignados 24 asesinatos con arma de fuego (tasa de 2,30), a los que
se les suman dos casos más, un hombre estrangulado y uno hallado semisepultado
en una finca, elevándose a 26 las muertes (2,49).
La desenfrenada ola de
violencia se incrementó en Maicao y de allí repercutió para que se disparara
las estadísticas en el departamento. En todo el territorio peninsular la
situación más violenta del 2018 se había vivido en enero, que alcanzó 19
homicidios (1,82) y los restantes meses hubo tendencia a la baja.
Aunque existe una restricción
en el porte de armas de fuego, la criminalidad se mantiene acrecentando la
intranquilidad y la percepción de inseguridad en la ciudadanía, que considera
la falta de vigilancia y ineficaces planes por parte de las autoridades para
contrarrestar la violencia.
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