Sin ningún propósito sano a la sociedad y con intención de dañar lo
poco bueno que existe en la ciudad, un grupo de jóvenes se han dado a la tarea
de destruir los enseres que componen este sitio, que fue remodelado hace dos
años en Riohacha.
Las bancas de la alameda al lado del hospital Nuestra
Señora de los Remedios, han resultado blanco fácil de los desadaptados, que
arrancan las piezas metálicas para venderlas por unos pocos pesos.
Esta destrucción cada día se acrecienta sin contar con
una sola voz de protesta de los vecinos, transeúntes, vendedores, y sin el
actuar de las autoridades para frenar esta desastrosa actitud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.