Después que los habitantes del sector encontraran un
cadáver y avisaron a las autoridades, la identidad de la persona era
desconocida hasta que algunos familiares se acercaron para establecer su nombre
y otros datos.
La víctima respondía al nombre de Álvaro Enrique González Acosta, de 70 años, nacido
en Remolino (Magdalena), quien residía en Riohacha desde hace varios años.
El cuerpo sin vida fue hallado en el camino de entrada a
la comunidad wayuu de Puerto Caracol, con signos de tortura, tenía guantes y
sobre ellos había un cordel amarrado y cerca fue hallado un casco de
motociclista.
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