
La primera
situación se presentó el 19 de diciembre cuando fueron baleados los ocupantes
de un vehículo tipo Copetrana y a uno de ellos le rociaron gasolina y lo
incendiaron.
Un mes después a un
menor de edad (presuntamente Josué Mendoza) lo llevaron a una trocha que
conduce a la ranchería La Paz, en Maicao, lo balearon y le prendieron fuego,
quedando irreconocible siendo necesario llevarlo a Barranquilla para que
Medicina Legal lo identifique plenamente.
Y cuatro días
después también en una trocha, esta vez la que conduce a la ranchería Paruwain,
en el kilómetro 12 de la vía Riohacha-La Florida le dispararon a la persona
(posiblemente Roland Duarte) dentro de una camioneta y luego la incendiaron.
Este accionar
violento desproporcionado se ha generado en menos de mes y medio en la
península, que hace sonar las alarmas ante la crueldad que se registra.