Parece exagerado o incoherente con la geografía y los
tiempos en que ocurrió la verdadera guerra fría del siglo pasado en la
posguerra, después del año 1943, pero no, algo similar ocurre en La Guajira, en
esta ocasión sin ideologías capitalista y comunista, pero si con la misma
intención original, del poder político, económico y territorial, además del ego
de enrostrar cualquier triunfo político y electoral, no se sabe quién, cómo,
dónde y cuándo actúan.
Pero sigilosamente van generando desestabilización en
cualquier institución, con mensajes mal informando, los montajes judiciales y
hasta atentados criminales hemos visto en los últimos ocho años y todo por la
ambición de poder.
Ahora la modalidad de ataques es orquestada en estrados
judiciales y medios de comunicación, golpes de gobierno, agentes encubiertos
que infiltran en alcaldías, gobernación, concejos y asamblea, para obtener
información y después atacar con ella.
Chivos espiatorios y correos de las brujas, los efectos
colaterales no dan tregua, los niños muertos desnutridos, los pueblos en
miseria, sin agua y energía, los accidentes fatales por las vías en mal estado,
contadores, asesores y familias presas, ha llegado a tal punto que ni autonomía
tengamos en La Guajira y el Gobierno colombiano vistiéndose de Otán, interviniendo
todo como solución a la guerra silenciosa, que cuando piensas que acabó vuelve
y se enciende con alguna jugada maestra ya sea de las fuerzas oscuras, roja,
azul o naranja.
escribió:
Ronal Fabián Gómez
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