Poco entusiasmo en enero y en estos días de febrero, la
pandemia se convirtió en un desmotivador a quienes consideran un tema serio al
covid-19, porque quienes consideran que la enfermedad no les va a dar o es
mentira de los medios de comunicación, poco les ha valido y han armado su
parranda en casa, en la esquina, en un parqueadero o en un patio.
Desanimado se encuentran y hasta perdieron el ritmo en
Riohacha, Maicao, la Punta de Los Remedios, Fonseca, San Juan del Cesar,
Villanueva, como en toda La Guajira donde se impuso ante todo, hasta el año
pasado, los precarnavales y los carnavales.
Sin mucho que hacer han quedado: modistas, artesanos, sastres,
carpinteros, trabajadores de fibra, estampadores de camisetas, zapateros, vendedores
de encajes, máscaras, canutillos, telas, cascabeles, lentejuelas, flecos,
pellón, antifaz, papel, yeso, alambre, cartón, flores, sombreros, entre otros; también
perdieron el paso y están afectados: los vendedores de agua, raspaos, butifarras,
helados, cervezas, ceviche de pescado, gaseosas, chorizos, bebidas energizantes,
y muchos productos más.
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