Tres calendarios litúrgicos del siglo IX mencionan en
Irlanda una fiesta de la Concepción de María, su contenido es incierto por
falta de más textos, en el siglo XII los monasterios benedictinos de Inglaterra
la celebraban el ocho de diciembre.
El párroco de la iglesia Divino Niño, Jesús Picón Quintero,
explicó “dice la historia que de allí pasó a Normandía, luego a Lyon, más tarde
a Bélgica, España, Italia, Francia y a algunos monasterios de Alemania”.
Continuó diciendo el sacerdote, para 1661, el papa
Alejandro VII publicó una bula pontificia en la que declaraba a María
Inmaculada desde su concepción. El papa Pío IX estableció el dogma de la
Inmaculada Concepción, el ocho de diciembre de 1854.
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