Con un aumento en el
número de asesinatos cerró septiembre del 2015, después que La Guajira estaba
mostrando una tendencia a la baja, se presenta un incremento en los índices de
violencia, donde las muertes como consecuencia de las balas hacen parte del
primer orden en las estadísticas.
Maicao finalizó con
ocho homicidios, cinco de estas fueron cometidos con arma de fuego, dos estranguladas
y un degollado, es el saldo que arroja la medición.
Le siguen Riohacha y
Barrancas, con dos asesinatos cada uno; Albania, Fonseca y Distracción terminaron
el noveno mes con un homicidio respectivamente. Todos los anteriores ocurrieron
a bala.
Dentro de estas cifras
no está incluido el caso de una mujer que fue encontrada muerta con arma de
fuego en estado de descomposición en el cementerio de Hatonuevo.
El hecho más resonado
en este periodo corresponde al de una tendera y su hija de diez años, que
fueron halladas estranguladas en Maicao.
Los ataques a bala en
la península ascienden a doce hechos, que dejaron igual número de personas
muertas violentamente, dando una tasa de 1,25, y tres asesinatos con armas no
convencionales para 1,56 la tasación.
En 2014 las muertes con
arma de fuego fueron diez con una medición de 1,07; a lo que se le suma uno más
que fue a golpes para 1,18 el índice.
Para el 2013 los
homicidios registrados alcanzaron a siete con una tasa de 0,77 y todos fueron a
bala; también se dio un caso con cuchillo y otro a golpes para una tasación de
1,0.